lunes, 22 de noviembre de 2010

Memorias de un ex verde

Pocas cosas me han decepcionado tanto como el gobierno del presidente Santos. Fui férreo crítico suyo durante la campaña; suponía que si ganaba representaría la continuidad de Álvaro Uribe, y ya lo veía metiéndose en calzoncillos a los ríos de las provincias para mostrar el pecho lampiño y presidiendo un consejo de ministros mientras consentía sobre los muslos al 'Pincher' Arias, como lo hacía su antecesor.

Pero miren qué decepción: en menos de 100 días, Santos ha hecho todo lo contrario. Se está volviendo imposible no aplaudirlo: ¿cómo no apoyar a alguien que se hace detestar por Fernando Londoño? ¿Hay mayor honor que ser criticado por Fernando Londoño en una de sus tediosas columnas?

Padecí como pocos el desinfle de la ola verde, que se midió con los actores de las últimas propagandas que invitaban a votar por Mockus. Nadie los conocía. No habían salido ni siquiera en Padres e hijos.

Pero soporté la derrota con dignidad, pese a que nunca pude sentirme cómodo del todo en el partido: la verdad es que todos los militantes verdes parecían creativos publicitarios, diseñadores gráficos. Pertenecer a la ola verde no era tanto una actitud política como una manera de ver la moda, de relacionarse con el baño. ¿A quién quería engañar? Siempre me faltó valentía para ponerme unos jeans rotos con unos tenis Converse, para usar solamente la parte de arriba de la sudadera y dejarme de bañar por tres días. Solo fui capaz de llevar una barba dispareja, parecida a la de Patricia Lara, y sacarme la camisa de los jeans. Con esa pinta aguanté con dolor los resultados.
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http://www.semana.com/noticias-opinion/memorias-ex-verde/147582.aspx

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